El método científico aporta rigurosidad a los procesos investigativos, pero podría investigarse sin recurrir a este proceso? Cuáles podrían ser las ventajas y desventajas de no recurrir a la cientificidad?
Primeramente, el debate planteado a nivel epistemológico retoma un giro en torno a la pregunta ¿cómo se podría lograr el conocimiento si no hay un método para comprobarlo o interpretar un fenómeno? …y se resumiría probablemente en que no existe tal cosa como una generalidad, pero oportunamente, también resulta una tarea más compleja aseverar dicha afirmación, lo que hace necesario adentrarse un poco más en la temática. Esto porque actualmente, cada tipo de fenómeno, sea social o científico es visto desde los “lentes” de un método distinto y bajo estructuras de cientificidad paradigmáticas para acudir en su explicación.
Giroux y Tremblay (2004) exponen al respecto lo siguiente… Plantear preguntas es un rasgo propio del ser humano. Desde la noche de los tiempos, en todas las civilizaciones y en todas las culturas, desde su más tierna infancia hasta su muerte, los seres humanos se han esforzado por explicar lo que sucede a su alrededor. Algunos encuentran las respuestas a las preguntas que les preocupan en los preceptos de una religión. Otros –probablemente la mayoría- se vuelcan a toda clase de creencias más o menos verificadas. Y otros más consideran que, si bien el método científico no permite responder a todas las preguntas, sigue siendo, no obstante, el mejor medio para comprender el mundo. (pp. 17-18)
Referencia Giroux, S., y Tremblay, G. (2004). Metodología de las ciencias humanas. La investigación en acción (3ª reimpresión). Distrito Federal, México: Fondo de Cultura Económica.
Entonces, ¿dónde se encuentran las desventajas si es tan eficiente, eficaz y efectivo su tratamiento para dar respuesta a los objetos de estudio y elaborar teorías?...-¡en el procedimiento y conocimientos necesarios para su aplicación! Muchos dirían que es el principal desaire con que el método científico los recibe cuando deben aprender a utilizarlo. Éste, requiere de un estudio de principios científicos, teorías, procedimientos y análisis de información para poder poner en marcha el abordaje de un objeto de estudio, claro está, si se desea que éste cuente con un lugar crediticio de lo que se investiga y no alcance sesgos irremediables que atasquen su validez y confiabilidad, aunque el proceso resulte algo tedioso para algunos… “el objetivo de la ciencia a su más simple expresión: poner de manifiesto la existencia de relaciones entre un fenómeno y el o los determinantes que actúan sobre ese fenómeno” (Giroux y Tremblay, 2004, p.19).
Consecuentemente, sin el método científico las interpretaciones sobre un fenómeno se reducirían meramente a ideas o creencias consensuadas sujetas por y para un contexto particular. De tal manera, que no podrían comprobarse o universalizarse los hechos para llegar a las teorías si no se cumpliera. Desde esta perspectiva, la óptica científica alude a una “práctica que sustituye las representaciones subjetivas y personales del mundo. Se empieza a hacer ciencia desde el momento en que no aceptamos la visión espontánea como absolutamente necesaria, sino que se ve como una interpretación útil para un momento dado” (Barrantes, 2012, p.2). Tal y como lo concibe Barrantes (2012), desde la búsqueda de la verdad hasta las relaciones que exigen explicación en las diversas formas de vida o fenómenos, más allá de eso, el método científico confluye una “visión artística del mundo, como le sucedería a un pintor, a un arquitecto o a un actor” (p.2)… ¿qué opina usted? ¿Mediatiza el método científico la creatividad del individuo?
Referencias Barrantes, R. (2012). Investigación. Un camino al conocimiento. Un enfoque cuantitativo y cualitativo (20 reimp. de la 1ª ed.). San José, Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica. Giroux, S., y Tremblay, G. (2004). Metodología de las ciencias humanas. La investigación en acción (3ª reimpresión). Distrito Federal, México: Fondo de Cultura Económica.
Por otra parte, Bueno y Castanedo (1998) nos ofrecen la siguiente información acerca de los procedimientos de recolección de información que el hombre ha venido empleando a través de la historia, previo a la implantación del método científico… …Entre otras, caben destacar los siguientes procedimientos que durante la historia de la humanidad han tenido como finalidad la búsqueda de la verdad, y que, desgraciadamente, incluso en nuestros días, están más en boga de lo cabría desear: el método de la autoridad (avalada por la tradición y la sanción de la opinión pública, al haberlo afirmado una persona de reconocido prestigio), el método artístico (percepción de la verdad en forma intuitiva) o el método místico (basado en el «estado» especial del receptor que le asegura una aproximación a la realidad carente en el resto de los mortales). La ineficacia de estos procedimientos, unida a la incertidumbre propia del ambiente, y a las ansias de conocimiento, ha llevado al ser humano a desarrollar métodos más sistemáticos para adquirir el conocimiento, lo que ha dado lugar a la ciencia, es decir, un conjunto organizado de conocimientos adquiridos mediante el método científico, en contraste con esos métodos menos rigurosos. (p.40)
Además, Pereda (1987, citado por Bueno y Castanedo, 1998) nos data de la conceptualización y principales ventajas que caracterizan y avalan la importancia de la comprensión y uso del método científico: El método científico es el proceso sistemático a través del cual se adquieren conocimientos objetivos de la realidad. Este procedimiento tiene como característica más relevante, la sistematicidad (es un proceso ordenado y coherente, en que cada elemento forma parte integrada de una totalidad), y como finalidad, la objetividad, es decir, el resultado debe ser la aportación de conocimiento que no esté sujeto a las creencias del investigador o prejuicios sociales, sino tendente a representar una parcela de la realidad de la forma más fiel posible. Los dos elementos fundamentales en el desarrollo científico son los datos y las teorías. Los primeros son la elaboración de los fenómenos directamente observados por el investigador en la realidad. Mientras que las teorías son sistemas que sirven para explicar fenómenos mediante la especificación de las relaciones que guardan distintos conceptos (constructos) y las leyes que lo relacionan. (p.40)
Referencia Bueno, J., y Castanedo, C. (1998). Psicología de la educación aplicada (Coordinadores). Madrid, España: CCS.
Finalmente, la investigación científica comprende un proceso normativo y ordenado, susceptible a críticas y aplicado a la observación y análisis de un fenómeno mediante la evaluación de datos empíricos, fundamentándose al término propicio de enfoques investigativos óptimos y coherentes, frente a objetivos e interrogantes diversos. Asimismo, aplica tanto para el área de las ciencias exactas como de las sociales (Hernández, Fernández y Baptista, 2011).
Favor revisar la siguiente Figura sobre el Proceso del método científico. Ha sido extraída de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia. (2012). Introducción a la Informática. Diplomatura GAP. Capítulo 1. Introducción. El método científico [Versión electrónica]. Recuperado el 20 de septiembre de 2012 de http://www.google.co.cr/imgres?imgurl=http://dis.um.es/~barzana/Imagenes/metodo_cienti.gif&imgrefurl=http://www.um.es/docencia/barzana/II/Ii01.html&h=540&w=480&sz=49&tbnid=cbD9hQyRAk-D6M:&tbnh=90&tbnw=80&zoom=1&usg=__1zgsf1uPSEtrGPa2EO6gXwr2MMA=&docid=UtM4hT8srKD42M&itg=1&sa=X&ei=LixeUL-ELYLc9ATRnIDwAg&ved=0CHUQ9QEwCw&dur=379
Referencia Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, M. (2011). Metodología de la investigación (5ª edición). Distrito Federal, México: McGraw-Hill.
La pregunta de este foro me hace reflexionar sobre varios temas. Uno de ellos, para partir de una base, tiene que ver con lo que entendemos por “investigar”. En muchos ensayos sobre este tema se comienza por citar al Diccionario de la Real Academia Española. Veamos la definición que nos ofrece este diccionario: 1) Hacer diligencias para descubrir algo; 2) Realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia; 3) Aclarar la conducta de ciertas personas sospechosas de actuar ilegalmente.
La primera es una acepción general, y en ese sentido, podríamos considerar que investigar no necesariamente requiere del uso del método científico. Podemos hacer muchos tipos de diligencias para descubrir algo: observar, preguntar a otros, leer un libro, navegar en Internet, visitar un lugar, etc. La diferencia entre la primera acepción y la segunda tiene que ver con la pregunta que nos hace la profesora, y la clave está en dos conceptos: “sistemático” y “materia”.
Sistemático se refiere a que la investigación científica sigue una serie de pasos lógicos para alcanzar su cometido de conocer un fenómeno, describirlo, explicarlo y predecirlo. “Materia” apunta a que la investigación científica es parte de una “disciplina”, un cuerpo de conocimientos, métodos y formas de comunicación (como diría Howard Gardner), y esto a su vez se relaciona con su sistematicidad. Es decir, existen sistemas de conocimientos, que parten de observaciones, experimentaciones y otras formas de conocer los fenómenos de manera metódica, que van más allá de las simples observaciones de hechos. Es decir, construyen conceptos y modelos (relaciones entre conceptos), o lo que es lo mismo, “teoría”. Este tipo de investigación, si es que nos movemos en este ámbito, requiere de la aplicación de un método científico.
Otro tema que me surge es el de las formas de conocimiento. Hay muchas maneras de conocer el mundo, y no todas son científicas. La religión, la espiritualidad, las artes, así como muchísimos sistemas “pseudocientíficos” son alternativas para conocer. Lo que es importante, y en eso tiene mucho que ver la noción misma de “epistemología”, es la validez que tienen esos conocimientos. ¿Validez para qué? Para operar efectivamente sobre los fenómenos, explicarlos y así generar modelos que puedan explicar a su vez otros fenómenos similares o distintos, generar hipótesis que puedan someterse a prueba, o llegar a predecir un fenómeno con cierto grado de certeza. Si aspiramos a este tipo de validez, pues el método científico es necesario.
Decía F.J. McGuigan, autor del libro “Psicología Experimental”, ya un clásico en esta disciplina, que la ciencia estudia problemas solubles. Esto quiere decir que la ciencia es una forma de conocer (porque también hay problemas insolubles, y para estos otros existen otras tantas formas de abordarlos), y que parte de ciertos supuestos. Por ejemplo, que hay un mundo material, que puede ser conocido, y que existen ciertos patrones o regularidades en la naturaleza que son también susceptibles de ser descubiertas.
Una de las lecturas que más me gustan acerca de la naturaleza de la ciencia es el ensayo, que hoy podríamos considerar con toda justicia como un clásico, “La Ciencia, su Método y su Filosofía”, de Mario Bunge, que data de los años 70, pero se ha reimpreso en incontables oportunidades por diferentes casas editoriales. Aquí, Bunge plantea cuáles son las características de la ciencia. Entre ellas, afirma que la ciencia es “auto-corregible”. La ciencia, a diferencia de los dogmas, es transparente. Sigue un método que puede ser utilizado por otros investigadores, quienes pueden replicar (reproducir) los fenómenos, o cuestionar sus resultados e interpretaciones. Quien investiga sin seguir un método sistemático, o sin documentar apropiadamente sus procedimientos, sin recurrir a las teorías previas o ignorando los conceptos y formas de análisis que utiliza la ciencia, sin duda está investigando, pero no puede llegar a conclusiones válidas. A este respecto, son oportunas las palabras con las que finaliza Bunge su libro: “Quienes lo ignoran [el método científico] íntegramente no pueden llamarse modernos; y quienes lo desdeñan se exponen a no ser veraces ni eficaces”.
El método por etimología (del griego methodos) hace referencia a un camino por seguir para llegar a un fin. De ahí que, habrá tantos y cuantos caminos para llegar a una meta según sea la estructuración lógica que guarde el método elegido. Decía el filósofo pragmatista John Dewey que la lógica no es más que la posibilidad de desarrollar y emplear métodos inteligentes en las investigaciones, y que estas investigaciones guardan relación con la reconstrucción deliberada de la experiencia; en este sentido la lógica no hace más que reflejar y formular la principal tarea del pensamiento, que no es otra que hacer frente a los hechos reales, aumentando así nuestra libertad de acción. Quizás una de las principales referencias que hace Dewey en su propuesta de “La lógica como teoría de la indagación” es su certera apreciación sobre la no ruptura entre el conocimiento común y el conocimiento científico, pues, lo que hay entre el primero y el segundo es una continuidad “genética y funcional” (aquí genético significa génesis) y cito puntualmente al autor quien asevera que: “En primer lugar la ciencia tiene su punto de partida necesario en los objetos cualitativos, en los procedimientos y en los instrumentos del mundo del sentido común, y del uso, de las fruiciones y sufrimientos concretos … se almacenan informaciones sobre las cosas, sus propiedades y sus comportamientos, independientemente de toda aplicación inmediata particular” (Dewey, 1964, p. 71) Si ambos conocimientos son hermanados por una lógica interna que posibilita una ubicación en el mundo, entonces, la historia del ser humano ha sido la historia de su experiencia acumulada, y de cómo esta experiencia se ha ido haciendo operativa, según sean las necesidades y grados de complejidad en que se articulan las expectativas de los grupos sociales. Se quiere significar con esto a modo de ejemplo: la domesticación del caballo para transportarse de un sitio a otro, tiene su continuidad en la construcción de máquinas que maximizan lo que el caballo hace, por ende, dentro de todo medio de transporte prevalece esta primera idea, por ello seguimos aludiendo, en su progresión en el tiempo, a los “caballos de fuerza” que posee un motor.
Cuando se obvia esta continuidad lógica entre un conocimiento y otro, se tiende a absolutizar ciertas propuestas que buscan ubicarse como única forma de conocer la realidad y sus fenómenos. En el caso que no ocupa, si se pretende absolutizar el método científico, que no es otra cosa más que una construcción conceptual con una lógica interpretativa propia, y por cierto, no la única que puede construir criterios de verdad, entonces, se estaría privilegiando una manera de hacer las cosas en detrimento de otras, y lo que sería más lamentable en su descalificación. En esta tesitura, y haciendo eco de lo que mencionaba el compañero Edgar, cuando hace referencia a Bunge, lúcido físico y filósofo argentino, quien decía con acentuada pertinencia que: …lo que hoy se llama "método científico" no es ya una lista de recetas para dar con las respuestas correctas a las preguntas científicas, sino el conjunto de procedimientos por los cuales: a) se plantean los problemas científicos y, b) se ponen a prueba las hipótesis científicas. El estudio del método científico es, en una palabra, la teoría de la investigación. Esta teoría es descriptiva en la medida en que descubre pautas en la investigación científica (y aquí interviene la historia de la ciencia, como proveedora de ejemplos). La metodología es normativa en la medida en que muestra cuáles son las reglas de procedimiento que pueden aumentar la probabilidad de que el trabajo sea fecundo. Pero las reglas discernibles en la práctica científica exitosa son perfectibles, no son cánones intocables… (Bunge, 1997, p. 33 – 34) De acuerdo con Bunge, aunque el método científico no es infalible (nada lo es), no obstante esto, no es desdeñable el acervo de prácticas exitosas que por intermedio de éste se han conseguido con su aplicación. La no existencia de leyes que nos aseguren con certeza estar libres de error, no es más que un recordatorio sobre la imposibilidad de verdades absolutas.
Al respecto de si podría investigarse sin seguir al proceso del método científico, mi respuesta es que sí, porque el método científico no es más que una denominación que se le otorga a una lógica procedimental, y todo método guarda una lógica procedimental. Que el denominado “método científico” ordene en su lógica determinados pasos para lograr la reproducción más certera posible de lo experimentado, del hecho de que se logre esa reproducción con un rango de éxito deseable, no se infiere necesariamente que haya infalibilidad en sus procedimientos, ni que sea sinónimo de toda investigación posible, ya se ha explicado esto.
Ahora bien, habrá ventajas o desventajas si se prescinde del “método científico” A esto respondería que es relativo, por cuanto el método de la ciencia busca determinar y establecer certezas comprobables cuantas veces se lleve a cabo un experimento, pero hay fenómenos que no son mensurables ni constatables en laboratorios, por ejemplo, ¿Qué tan medible es el proceso creativo de la poesía? ¿La vivencia de la libertad? etc. ¿Es necesario el método científico? Si, pero también lo son los otros métodos que arrojan luz sobre lo que la vida del ser humano es en su integralidad.
REFERENCIAS: Bunge, Mario (1997). La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Sudamericana. Dewey, J. (1964). La reconstrucción de la filosofía. Buenos Aires: Aguilar. Un cordial saludo a todos y todas.
Los problemas cotidianos generan en el ser humano una serie de preguntas semejantes y de interés para diferentes grupos. Los problemas y las preguntas que se presentan de forma repetitiva entre unos grupos y otros requieren soluciones que puedan ser generalizables a diferentes contextos. Para ello funcionan los pasos rigurosos que permiten las ciencias tradicionales, con medidas observables y cuantificables de las diferentes variables o categorías de estudio, y sobre todo, medidas que se pueden volver a tomar y a comparar para llegar a conclusiones y soluciones funcionales.
Sin embargo, mientras buscamos dar respuestas generales y aplicables a todos, no podemos ignorar que cada ser humano tiene características muy particulares determinadas por su herencia genética, su contexto, su historia, su cultura, y las particularidades del día a día. La realidad que percibe una persona en una habitación puede ser muy diferente a la que percibe aquel que se encuentra al lado. Tal es el caso, por ejemplo, de la percepción de los sabores: hay quienes dicen que las lentejas son muy ricas, hay quienes piensan que saben a tierra, y los nutricionistas dicen que la percepción de los sabores depende del número de papilas que se tenga en la lengua y que ningún ser humano tiene un número igual de papilas que el otro.
De esta manera, el método científico tiene sus alcances (podemos contar el número de papilas), pero quizás tiene más limitaciones de las que deseamos (no podemos asegurar a qué le saben los chocolates a las personas que nos rodean).
El reconocimiento de las limitaciones de los métodos aplicados para dar explicación a un fenómeno determinado, es clave para dar respuesta a la pregunta de este foro.
Es posible que cierto diseño metodológico funcione para dar algunas explicaciones, sin embargo, podría funcionar más “el sentido común” en ciertas situaciones particulares: Si con el método científico los nutricionistas señalan la cantidad y el tipo de alimentos que debe comer un niño de cuatro años, el niño en realidad selecciona lo que le parece agradable y seguro comer, y las madres requieren generar ideas creativas para hacerlos comer lo que ellas quisieran. ¿Sobreviven los niños sin el método científico?, ¿la creatividad de las madres o sus descubrimientos por ensayo y error son parte del método en cuestión? Ciertamente, sin los descubrimientos de la nutrición disponibles para las madres las expectativas de vida de los seres humanos no hubieran aumentado en los últimos años.
La experiencia acumulada por cada ser humano en su historia, en su cultura, y aun en sus genes, es una muestra incuestionable del conocimiento que esencial para la supervivencia y necesario para el desarrollo. Lo que aporta el método científico es la posibilidad de registrar las experiencias de tal manera, que el desarrollo de las personas se realice de forma grupal acelerando los procesos de evolución del género humano.
En conclusión, el conocer los fenómenos es una actividad cotidiana característica de las personas—preguntar, medir, comparar…—, facilita la supervivencia a partir de aprendizaje por experiencias previas; pero el método científico juega un papel muy importante para dar validez a las relaciones de causalidad que se establecen al dar explicación a dichos fenómenos. Sin esta forma estructurada de comprobación, las posibilidades de supervivencia y desarrollo se ven disminuidas, mientras que aquellos que tienen acceso a información científica y verificable ven aumentada—quizás duplicada—su esperanza de vida y sus posibilidades de desarrollo.
Referencias bibliográficas
Hernández, R.; Fernández, C. ; Baptista, P. (2010). Metodología de la investigación (5 Edic.). México McGraw Hill Interamericana
Mahann, K. y Stump, S. (2005). Nutrición y Dietoterapia de Krause. Estados Unidos: Mc Graw-Hill.
Papalia, D. (2005) Desarrollo Humano. (Novena Ed.). México: Mc Graw-Hill
¿En cuáles casos es vital aplicar el paradigma de investigación cualitativa? Hay que referirse al objeto, muestras, procesos, problema de investigación y demás…
El enfoque cualitativo (inductivo e interpretativo)… características generales clave:
• Es abierto y expansivo, evoluciona con el avance del estudio. Las variables no son controladas ni manipuladas. • Los objetivos y las preguntas tienden a ser más generales, redactados en forma sencilla y comprensible. • La hipótesis se elabora durante el proceso, conforme se recolectan los datos y se pueden modificar según los resultados (no se prueban con estadísticas). • La exploración del contexto como punto de partida, considera la conveniencia y accesibilidad del estudio, ubicado en tiempo y espacio. • Se fundamenta en la experiencia y el instinto. Por ello, la revisión literaria nutre el estudio con ideas claves y/o métodos de recolección y análisis de datos. Además, sirve como referencia para comparar resultados. • Se aplica a grupos pequeños, para extraer de los participantes en su ambiente natural, el fenómeno a lo largo del proceso en todas sus dimensiones. • Implica la inmersión directa del investigador con los sujetos participantes para recabar todo tipo de datos contextuales y establecer vínculos.
Referencia Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, M. (2011). Metodología de la investigación (5ª edición). Distrito Federal, México: McGraw-Hill.
Por otra parte, es vital utilizar el paradigma de investigación cualitativa en casos como el siguiente, cuando en el abordaje del estudio a implementarse…
…el objeto de estudio implique la interpretación de un fenómeno para solucionar problemas y/o necesidades de un grupo determinado y se incluya la inmersión directa de todos en el desarrollo investigativo. Y dicha investigación se devengue a estudiar un grupo pequeño de participantes, al querer profundizar en la descripción de la problemática. La muestra dirigida es una de las más utilizadas. Asimismo, converja lo holístico y la intuición del investigador, tanto para el encauce del problema, como para originar su planteamiento y objetivos y confluya ejecutar un proceso metodológico dinámico, activo y muy participante. Postura que le permitirá al investigador adentrarse en el contexto de aplicación y la realidad que atañe a la población que estudia en su ambiente natural. En consecuencia, el marco teórico a emplearse no sea tan amplio, lo que supone una revisión de la literatura no tan sustancial. Además, que debido a su versatilidad, no se sigan reglas estrictas en cuanto al procedimiento, lo cual indica que si el investigador necesita regresarse al inicio de sus planteamientos, pueda hacerlo, al no quedar las variables totalmente definidas operacionalmente ni tampoco éstas sean susceptibles de medición, o en su defecto no se ofrezca prueba de hipótesis o teorías. En este último aspecto, resultaría un generador de las mismas. Al no pretender generalizar resultados, la muestra involucrada no es representativa en términos estadísticos y sus materiales u objetos para recolectar la información sean muy variados e indispensables de llevar al campo de acción, tales como cámaras de video o fotográficas, grabadoras y otros dispositivos multimedia. Finalmente, esencialmente cualitativos, los tipos de estudio a elegir podrían ser etnográficos y estudio de casos en profundidad… y dentro de los métodos de recolección de datos a emplearse, algunos de ellos convendrían en la observación participante, las anotaciones o notas de campo, bitácoras o diarios de campo, entrevistas, biografías e historias de vida, documentos u registros de diversos tipos, grupos de enfoques (focus group), entre otros.
Referencia Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, M. (2011). Metodología de la investigación (5ª edición). Distrito Federal, México: McGraw-Hill
Preguntas cualitativas según el contexto. I Parte Por María Antonieta Campos
«Los investigadores cualitativos estudian las cosas en su medio natural, intentando darle sentido, o interpretar, el fenómeno en los términos que la gente les otorga» (Denzin y Lincoln, 2005; citados por Meo y Navarro, 2009, p.3). Desde esta postura, Meo y Navarro (2009) consideran que la investigación cualitativa se centra en el estudio de las prácticas y discursos de las personas dentro de una realidad social específica y dinámica. Estas prácticas y discursos se analizan bajo el concepto de que son parte de un proceso que se puede describir de forma continua o en etapas.
Así, la investigación cualitativa tiene como objetivo producir conocimiento social, describiendo de forma precisa un fenómeno, pero según la percepción de las personas que lo experimentan o son parte del fenómeno. La forma en la que se realice la descripción dependerá del enfoque desde el que se quiera dar la explicación; es decir, si se quiere explicar el fenómeno completo o una de las manifestaciones de este.
Camilo Plata (2007), por ejemplo, plantea que cuando se quieren estudiar las totalidades, el historiador que hace análisis cualitativos describe la historia universal, la historia local o la historia personal (a diferencia de historiador que analiza encuestas y correlaciones desde métodos cuantitativos), pero cuando el objetivo es describir las diferencias entre las manifestaciones del fenómeno se puede trabajar con el análisis de narraciones y la observación de las interacciones en las redes sociales, utilizando métodos de historia comparada (diferentes a los análisis de secuencias, cantidad o frecuencia de contenidos de los métodos cuantitativos). (Ver cuadro 1.)
Preguntas cualitativas según el contexto. I Parte Por María Antonieta Campos
(El cuadro mucho no se puede ver en este formato pero está explicado en el texto)
...De esta manera, los problemas de las investigaciones cualitativas se centran en necesidades o situaciones locales particulares, y no en la descripción y explicación de las grandes tendencias.
Es por ello que el contexto es el que define el problema y la pregunta de una investigación cualitativa; es el mismo contexto el que indica una jerarquía de prioridades en sus propias necesidades y, con esto, la pertinencia de que sus interacciones sean explicadas de una u otra manera para poder satisfacer tales necesidades (Mora, 2009). El objetivo primordial, no es generalizar, sino profundizar en un fenómeno particular para darle una explicación integral.
Como las preguntas de investigación se centran en la necesidad de un grupo particular, es el grupo o fenómeno el que define la pregunta a lo largo del proceso de investigación. Así, un investigador podría iniciar su proyecto con una pregunta similar a ¿cómo perciben los estudiantes de un colegio particular las acciones agresivas de sus compañeros en las redes sociales? y terminar con una pregunta diferente que implique la explicación de ¿cómo se protegen los estudiantes del bullying en las redes sociales? o ¿cómo se ven afectadas las interacciones de los estudiantes en el colegio después de sufrir eventos de agresión en sus interacciones virtuales?
Así, las preguntas cualitativas siempre solicitarán una descripción que permita explicar un fenómeno de forma global o en la interacción de sus elementos, y como su objetivo en comprender la experiencia de los sujetos que lo experimentan, son estos mismos sujetos, quienes en un proceso de interacción con el investigador, irán definiendo la pertinencia de abordar el fenómeno desde un enfoque particular.
Referencias:
Mora, M. (2009). Instrumento para evaluación de estudios producto de investigación cualitativa. (Spanish). Revista Colombiana De Psiquiatria, 38(2), 358-366. Recuperado de Academic Search, 2 de noviembre de 2012.
Meo, A., y Navarro, A. (2009). Enseñando a hacer entrevistas en investigación cualitativa: entre el oficio, la profesión y el arte. (Spanish). EMPIRIA: Revista De Metodología De Ciencias Sociales, 17123-140. Recuperado de Academic Search, 2 de noviembre de 2012.
Camilo Plata Caviedes, J. (2007). Investigación cualitativa y cuantitativa: una revisión del qué y el cómo para acumular conocimiento sobre lo social. (Spanish). Universitas Humanistica, (64), 215-226. Recuperado de Academic Search, 2 de noviembre de 2012.
Para empezar, es importante tener en cuenta que los enfoques cualitativos en investigación son bastante heterogéneos, e incluyen diversas técnicas, desde la etnografía, la observación participante, el análisis de documentos y productos culturales (artes plásticas, literatura, arquitectura, cine), hasta los estudios feministas, marxistas y hermenéuticos (Denzin y Lincoln, 2005). Son menos estructurados, no dependen tanto de una teoría en particular, y de alguna manera, “lanzan” al investigador hacia el fenómeno, para “sumergirse” en él, interpretarlo y comprenderlo. Así, Denzin y Lincoln (2005) definen la investigación cualitativa de la siguiente forma:
La investigación cualitativa es una actividad situada que ubica al observador en el mundo. Consiste de un conjunto de prácticas interpretativas y materiales que hacen al mundo visible. Estas prácticas transforman el mundo. Convierten al mundo en un conjunto de representaciones, incluyendo notas de campo, entrevistas, conversaciones, fotografías, grabaciones y apuntes a sí mismo. En este nivel, la investigación cualitativa implica una aproximación interpretativa y naturalista del mundo. Esto significa que los investigadores cualitativos estudian las cosas en sus ambientes naturales, intentando dar sentido, o interpretar los fenómenos en términos de los significados que las personas les dan (p.4).
Ahora bien, para responder a la pregunta generadora de esta discusión, yo diría que la decisión de recolectar datos cualitativos depende, en principio, del problema de investigación que nos planteamos. Así, preguntas como (por poner algunos ejemplos de mi área de investigación sobre educación virtual): ¿Cuál es la experiencia social y de aprendizaje de los estudiantes que matriculan cursos virtuales? ¿Cómo organizan su tiempo en el ámbito familiar los estudiantes adultos con hijos que acceden a programas de formación a distancia? ¿Qué tipo de identidad grupal se establece en comunidades virtuales de aprendizaje de profesionales?, son propicias para elegir una metodología que incluya un método cualitativo.
Otros factores que se deben considerar son: si el fenómeno (objeto de estudio) que vamos a estudiar ya ha sido analizado previamente, si existe teoría, y si lo que nos interesa es profundizar en las experiencias, significados y percepciones subjetivas de un grupo. Ahora bien, no es que con un enfoque cuantitativo no se puedan abordar este tipo de fenómenos. Sin embargo, el “paradigma cualitativo” tiene algunas características particulares que pueden hacerlo más afín a cierto tipo de preguntas e intereses de los investigadores. Tal como señalan Hernández, Fernández y Baptista (2010):
El enfoque cualitativo se selecciona cuando se busca comprender la perspectiva de los participantes (individuos o grupos pequeños de personas a los que se investigará) acerca de los fenómenos que los rodean, profundizar en sus experiencias, perspectivas, opiniones y significados, es decir, la forma en que los participantes perciben subjetivamente su realidad. También es recomendable seleccionar el enfoque cualitativo cuando el tema del estudio ha sido poco explorado, o no se ha hecho investigación al respecto en algún grupo social específico (p.364).
Los objetivos y las preguntas de las investigaciones cualitativas suelen ser más abiertas y menos precisas o limitadas que las que conducen a investigaciones cuantitativas. Se refieren a aspectos como vivencias, experiencias y significados; interesa más conocer los fenómenos “desde adentro”, es decir, tal como los experimentan las personas, grupos o comunidades. Suelen, además, estudiar grupos menos numerosos que en las investigaciones de corte cuantitativo. La investigación cualitativa es “inductiva”. Esto significa que parte de casos particulares e intenta construir explicaciones (“teorías”) a partir de ellos, a diferencia del “paradigma cuantitativo”, el cual deriva hipótesis de teorías generales y las somete a prueba (método deductivo).
Asimismo, a diferencia de los estudios cuantitativos, que tienen entre sus metas generalizar los resultados a poblaciones más grandes, los cualitativos aspiran a conocer a profundidad, y no hacen tanto énfasis en las generalizaciones. Las investigaciones cualitativas aspiran a comprender los fenómenos, no teniendo así un ideal de “explicación” o “predicción” (o al menos en un sentido diferente), como lo tienen las investigaciones cuantitativas. En el “paradigma cualitativo”, existen técnicas para observar en el mismo contexto en que los fenómenos tienen lugar, como es el caso de la etnografía. En estudios sobre familias, por ejemplo, se observan las interacciones de los miembros de la familia en situaciones cotidianas. Si se investigan los valores en una escuela, se va al centro educativo y se observan las clases, los recreos, las interacciones entre los niños y entre estos y los docentes. En la tabla 12.1, página 365 del texto de Fernández, Hernández y Baptista (2010), se presenta una tabla que resume las principales características de los enfoques cuantitativo y cualitativo (véase el libro de texto).
Como en la investigación cualitativa interesa más profundizar, comprender e interpretar el fenómeno, explorarlo e ir generando “hipótesis de trabajo” conforme el investigador se va adentrando en el fenómeno, no hay hipótesis estadísticas, ni se derivan necesariamente de una teoría previa. Estas hipótesis van surgiendo a lo largo de la investigación, y son más bien generales, amplias y flexibles. Aunado a lo anterior, la selección de los individuos que se estudiarán no tiene el carácter de una “muestra” en el mismo sentido que lo tiene en la investigación cuantitativa. La selección de participantes se da de una forma más intencional, ubicando casos que reúnan características de interés para el estudio, y los grupos tienden a ser más reducidos. Por ejemplo, en estudios de casos o grupos focales, pueden ser entre ocho o diez participantes. No se pretende generalizar estadísticamente a un grupo mayor o población (al menos no con un grado de probabilidad, como se hace en los estudios cuantitativos). En términos del proceso de investigación, el enfoque cualitativo comparte elementos con el cuantitativo. Se inicia por el planteamiento de objetivos, formulación de preguntas, se pasa por la elección de un método, la recolección de los datos, etc. Sin embargo, una diferencia importante consiste en que en el enfoque cualitativo hay mayor grado de flexibilidad en cuanto a las preguntas y los métodos. Es un enfoque con mayor énfasis en el “proceso”, y permite que se puedan cambiar algunos de estos aspectos una vez iniciado el estudio. Desde mi perspectiva, el “paradigma cualitativo” es más “exploratorio” y no depende tanto de objetivos e hipótesis invariables. Inclusive el método mismo se puede ir modificando conforme va avanzando la investigación.
Este carácter más “abierto” o flexible del enfoque cualitativo puede ser objeto de críticas desde las posturas más tradicionales (positivistas, cuantitativas), ya que los principios de objetividad, confiabilidad, validez interna, validez externa y otros, estarían ausentes o adquirirían un significado diferente desde una aproximación cualitativa. Algunos consideran que la investigación cualitativa debe estar sujeta a estas mismas exigencias, y debe garantizar que sus estudios tienen validez para que tengan reconocimiento dentro de la comunidad científica. Lo que es importante es que los estudios cualitativos son una opción cuando se desea explorar a profundidad un fenómeno y comprender aspectos que serían difíciles de estudiar en el marco de un estudio meramente cuantitativo. Inclusive, como lo señalan Hernández, Fernández y Baptista (2010), es posible combinar ambos métodos (cuantitativo y cualitativo), en los llamados “métodos mixtos”.
En la investigación cualitativa, como señalé anteriormente, se recurre a una diversidad de técnicas para, como apuntan Denzin y Lincoln (2005), “hacer el mundo visible”. Estos autores comparan al investigador cualitativo con una persona dedicada al bricolaje, un músico de jazz, un tejedor creativo. Los métodos no están dados de antemano. Se van aplicando conforme se va profundizando en el fenómeno, ajustándose a las necesidades y oportunidades que surgen de la interacción con las personas u objetos de estudio. Es por ello que se utiliza la “triangulación”, no de la misma forma que la “validación” en los estudios cuantitativos-positivistas, sino como una alternativa para agregar rigor, amplitud y profundidad.
Por lo tanto, las preguntas que sugieren la comprensión de un fenómeno social, desde la perspectiva de los individuos (denominada “emic”), nos llevan a seleccionar métodos de abordaje de orden cualitativo. Utilizaríamos para ello, y dependiendo de la naturaleza del fenómeno, múltiples técnicas, como grupos focales, entrevistas a profundidad, historias de vida, observaciones participantes o no participantes, análisis de documentos, ensayos, registros fotográficos, videos, análisis históricos, etc. Y esto no deja de lado instrumentos más “tradicionales”, como encuestas o cuestionarios estructurados, tal como lo indican Denzin y Lincoln (2005).
Para finalizar, reproduzco un fragmento del destacado profesor de investigación social y educativa de la “British Open University”, Martyn Hammersley (1992):
No estamos, entonces, ante una elección rígida entre palabras y números, o aún entre datos precisos e imprecisos; sino con un abanico que va desde datos más precisos a menos precisos. Además, nuestras decisiones acerca de qué nivel de precisión es el adecuado en relación con cualquier afirmación particular debería depender de la naturaleza de lo que estamos intentando describir, de la precisión probable de nuestras descripciones, de nuestros propósitos, y de los recursos que están a nuestro alcance; no de un compromiso ideológico con uno u otro paradigma metodológico (p.163).
¿Qué tanto se cumple lo que plantea Hammersley? ¿Realmente los investigadores seleccionan sus métodos a partir de su pregunta, o las preguntas que se hacen ya vienen teñidas por el paradigma al cual se adhieren? Los enfoques cualitativos son una “escuela” en sí mismos, y parten de supuestos ontológicos y epistemológicos muy particulares, y distintos de los que subyacen a la investigación cuantitativa-positivista tradicional. Este sería un punto de inicio muy interesante para el debate en la clase.
Referencias
Denzin, N.K., y Lincoln, Y.S. (2005). The discipline and practice of qualitative research. En N.K. Denzin y Y.S. Lincoln (Eds.), The Sage handbook of qualitative research (3a ed.) (pp.1-13). Thousand Oaks, CA, EE.UU.: Sage Publications. Hammersley, M. (1992). What’s wrong with ethnography? London: Routledge. Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, P. (2010). Metodología de la investigación (5ª ed.). México: McGraw-Hill.
Reflexión sobre el paradigma cualitativo El ser humano es un ser de relaciones y se construye a través de éstas reproduciendo su existencia en su hacer práctico material; y en ese camino de hacer y hacerse, no sólo construye objetos sino conceptos que le permiten interpretar el entorno que le es propio. Una de las producciones teórico cognitivas que le permiten hacer esa lectura del medio en que se desenvuelve es la ciencia. Mediante el quehacer científico hemos organizado el mundo y le hemos conferido un estatus de credibilidad de índole práctico funcional. Por ejemplo, la objetividad positivista como modalidad conformadora de sentido estatuye la exclusión de elementos subjetivos para la construcción del conocimiento. Ciertamente, ésta es una forma de organizar la multiplicidad fenoménica que nos interroga consuetudinariamente, pero no la única; esto es, que existen más formas de visionar lo que entendemos por realidad. Ahora bien, ¿Será que la forma aséptica de concebir el conocimiento desde las instancias positivistas tiene el monopolio de la verdad? Pues no. El ser humano en su ámbito relacional valorativo y cognitivo no puede ser reducido a un simple dato empírico, y en esta dimensión, importantísima por lo demás, buscamos también dar cuenta de nosotros mismos; quizá no con la rigurosidad y certidumbre (aclaramos que como mera objetividad funcional) de la fórmula causa efecto, pero si con la intención metódica de conocernos más en aquello que por antonomasia nos define. Para dar razones sobre sí mismo, este ser inquieto que somos, se da a la tarea de investigar, si se quiere, sus propias huellas, esas improntas que le susurran de forma huidiza algunas veces y de manera clara en otras. Los valores inciden en la investigación y forman parte de la realidad; la investigación misma es influida por los valores del contexto social y la cultura que les engendra. El conocimiento como construcción teórico conceptual, no es aséptico como se menciona supra, es un conocimiento que está imbricado a los significados propios nuestras interacciones, y esta dote propia de significados sólo cobra sentido en la cultura y en nuestro hacer cotidiano.
Nuestro diario hacer es el reflejo de la realidad (o nuestra composición de la misma) en forma de conocimiento. Dicho conocimiento tiene su génesis en la interacción dialéctica del sujeto con el objeto (dualidad ineludible del conocer) y se expresa en principios, leyes, categorías, teorías, axiomas, razonamientos, ecuaciones; sin embargo, este hacer tiene, sin duda alguna, un condicionamiento sociocultural e histórico-práctico, ya que se relaciona con las exigencias objetivas de nuestras producciones vitales y del desarrollo social. El amplio espectro teórico – práctico – cognoscitivo de la realidad es, por definición propia, un hacer mediado directa o indirectamente por los procesos valorativos. Nada nos es indiferente, y según sean los requerimientos así serán las propuestas para llenarlos. Pienso en John Dewey cuando argumentaba que no es el problema lo que hace pensar al ser humano, sino su acción pragmática para buscar la solución. Estamos interpenetrados, nada es excluyente per se, por ende, el sujeto cognoscente es también un sujeto sintiente, volitivo, necesitado. Somos una fórmula indisoluble de objetividad y subjetividad. Todo lo que implique la inclaudicable tarea de preguntarse ocupa un meritorio escaño en el acontecer del ser humano. Ya nos habíamos adentrado en la investigación cuantitativa y todo lo que ella comporta como forma de construir conocimiento de forma rigurosa. No obstante, el ser humano en ese arduo trajinar de dar respuesta a todo aquello que le provoca asombro, también se ha dado a la tarea de adentrarse en lo que le caracteriza como un ser de contrastes en tanto ser problemático y problematizador. Sabedor de que en su naturaleza hay algo más que lo mensurable, y que hay aspectos propios de él que no pueden reducirse a fórmulas cuantificables y pretendidamente exactas, genera otra manera de decirse a sí mismo, de explicarse a sí mismo investigándose en su cotidianeidad. Merced a esa necesidad de dar cuenta de lo que se es y el contexto en que se es, el ser humano pergeña un paradigma teórico que le permita ahondar en aquello que lo define como tal en entornos particulares y compartidos. Ese paradigma teórico es el naturalista y el enfoque que le es más propio, el cualitativo.
Primeramente, el debate planteado a nivel epistemológico retoma un giro en torno a la pregunta ¿cómo se podría lograr el conocimiento si no hay un método para comprobarlo o interpretar un fenómeno? …y se resumiría probablemente en que no existe tal cosa como una generalidad, pero oportunamente, también resulta una tarea más compleja aseverar dicha afirmación, lo que hace necesario adentrarse un poco más en la temática. Esto porque actualmente, cada tipo de fenómeno, sea social o científico es visto desde los “lentes” de un método distinto y bajo estructuras de cientificidad paradigmáticas para acudir en su explicación.
ResponderEliminarGiroux y Tremblay (2004) exponen al respecto lo siguiente…
Plantear preguntas es un rasgo propio del ser humano. Desde la noche de los tiempos, en todas las civilizaciones y en todas las culturas, desde su más tierna infancia hasta su muerte, los seres humanos se han esforzado por explicar lo que sucede a su alrededor. Algunos encuentran las respuestas a las preguntas que les preocupan en los preceptos de una religión. Otros –probablemente la mayoría- se vuelcan a toda clase de creencias más o menos verificadas. Y otros más consideran que, si bien el método científico no permite responder a todas las preguntas, sigue siendo, no obstante, el mejor medio para comprender el mundo. (pp. 17-18)
Referencia
Giroux, S., y Tremblay, G. (2004). Metodología de las ciencias humanas. La investigación en acción (3ª reimpresión). Distrito Federal, México: Fondo de Cultura Económica.
Entonces, ¿dónde se encuentran las desventajas si es tan eficiente, eficaz y efectivo su tratamiento para dar respuesta a los objetos de estudio y elaborar teorías?...-¡en el procedimiento y conocimientos necesarios para su aplicación! Muchos dirían que es el principal desaire con que el método científico los recibe cuando deben aprender a utilizarlo. Éste, requiere de un estudio de principios científicos, teorías, procedimientos y análisis de información para poder poner en marcha el abordaje de un objeto de estudio, claro está, si se desea que éste cuente con un lugar crediticio de lo que se investiga y no alcance sesgos irremediables que atasquen su validez y confiabilidad, aunque el proceso resulte algo tedioso para algunos… “el objetivo de la ciencia a su más simple expresión: poner de manifiesto la existencia de relaciones entre un fenómeno y el o los determinantes que actúan sobre ese fenómeno” (Giroux y Tremblay, 2004, p.19).
ResponderEliminarConsecuentemente, sin el método científico las interpretaciones sobre un fenómeno se reducirían meramente a ideas o creencias consensuadas sujetas por y para un contexto particular. De tal manera, que no podrían comprobarse o universalizarse los hechos para llegar a las teorías si no se cumpliera. Desde esta perspectiva, la óptica científica alude a una “práctica que sustituye las representaciones subjetivas y personales del mundo. Se empieza a hacer ciencia desde el momento en que no aceptamos la visión espontánea como absolutamente necesaria, sino que se ve como una interpretación útil para un momento dado” (Barrantes, 2012, p.2). Tal y como lo concibe Barrantes (2012), desde la búsqueda de la verdad hasta las relaciones que exigen explicación en las diversas formas de vida o fenómenos, más allá de eso, el método científico confluye una “visión artística del mundo, como le sucedería a un pintor, a un arquitecto o a un actor” (p.2)… ¿qué opina usted? ¿Mediatiza el método científico la creatividad del individuo?
Referencias
Barrantes, R. (2012). Investigación. Un camino al conocimiento. Un enfoque cuantitativo y cualitativo (20 reimp. de la 1ª ed.). San José, Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica.
Giroux, S., y Tremblay, G. (2004). Metodología de las ciencias humanas. La investigación en acción (3ª reimpresión). Distrito Federal, México: Fondo de Cultura Económica.
Por otra parte, Bueno y Castanedo (1998) nos ofrecen la siguiente información acerca de los procedimientos de recolección de información que el hombre ha venido empleando a través de la historia, previo a la implantación del método científico…
ResponderEliminar…Entre otras, caben destacar los siguientes procedimientos que durante la historia de la humanidad han tenido como finalidad la búsqueda de la verdad, y que, desgraciadamente, incluso en nuestros días, están más en boga de lo cabría desear: el método de la autoridad (avalada por la tradición y la sanción de la opinión pública, al haberlo afirmado una persona de reconocido prestigio), el método artístico (percepción de la verdad en forma intuitiva) o el método místico (basado en el «estado» especial del receptor que le asegura una aproximación a la realidad carente en el resto de los mortales).
La ineficacia de estos procedimientos, unida a la incertidumbre propia del ambiente, y a las ansias de conocimiento, ha llevado al ser humano a desarrollar métodos más sistemáticos para adquirir el conocimiento, lo que ha dado lugar a la ciencia, es decir, un conjunto organizado de conocimientos adquiridos mediante el método científico, en contraste con esos métodos menos rigurosos. (p.40)
Además, Pereda (1987, citado por Bueno y Castanedo, 1998) nos data de la conceptualización y principales ventajas que caracterizan y avalan la importancia de la comprensión y uso del método científico:
El método científico es el proceso sistemático a través del cual se adquieren conocimientos objetivos de la realidad. Este procedimiento tiene como característica más relevante, la sistematicidad (es un proceso ordenado y coherente, en que cada elemento forma parte integrada de una totalidad), y como finalidad, la objetividad, es decir, el resultado debe ser la aportación de conocimiento que no esté sujeto a las creencias del investigador o prejuicios sociales, sino tendente a representar una parcela de la realidad de la forma más fiel posible.
Los dos elementos fundamentales en el desarrollo científico son los datos y las teorías. Los primeros son la elaboración de los fenómenos directamente observados por el investigador en la realidad. Mientras que las teorías son sistemas que sirven para explicar fenómenos mediante la especificación de las relaciones que guardan distintos conceptos (constructos) y las leyes que lo relacionan. (p.40)
Referencia
Bueno, J., y Castanedo, C. (1998). Psicología de la educación aplicada (Coordinadores). Madrid, España: CCS.
Finalmente, la investigación científica comprende un proceso normativo y ordenado, susceptible a críticas y aplicado a la observación y análisis de un fenómeno mediante la evaluación de datos empíricos, fundamentándose al término propicio de enfoques investigativos óptimos y coherentes, frente a objetivos e interrogantes diversos. Asimismo, aplica tanto para el área de las ciencias exactas como de las sociales (Hernández, Fernández y Baptista, 2011).
ResponderEliminarFavor revisar la siguiente Figura sobre el Proceso del método científico. Ha sido
extraída de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia. (2012). Introducción a la Informática. Diplomatura GAP. Capítulo 1. Introducción. El método científico [Versión electrónica]. Recuperado el 20 de septiembre de 2012 de
http://www.google.co.cr/imgres?imgurl=http://dis.um.es/~barzana/Imagenes/metodo_cienti.gif&imgrefurl=http://www.um.es/docencia/barzana/II/Ii01.html&h=540&w=480&sz=49&tbnid=cbD9hQyRAk-D6M:&tbnh=90&tbnw=80&zoom=1&usg=__1zgsf1uPSEtrGPa2EO6gXwr2MMA=&docid=UtM4hT8srKD42M&itg=1&sa=X&ei=LixeUL-ELYLc9ATRnIDwAg&ved=0CHUQ9QEwCw&dur=379
Referencia
Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, M. (2011). Metodología de la investigación (5ª edición). Distrito Federal, México: McGraw-Hill.
Estimada profesora y compañeros(as):
ResponderEliminarLa pregunta de este foro me hace reflexionar sobre varios temas. Uno de ellos, para partir de una base, tiene que ver con lo que entendemos por “investigar”. En muchos ensayos sobre este tema se comienza por citar al Diccionario de la Real Academia Española. Veamos la definición que nos ofrece este diccionario: 1) Hacer diligencias para descubrir algo; 2) Realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia; 3) Aclarar la conducta de ciertas personas sospechosas de actuar ilegalmente.
La primera es una acepción general, y en ese sentido, podríamos considerar que investigar no necesariamente requiere del uso del método científico. Podemos hacer muchos tipos de diligencias para descubrir algo: observar, preguntar a otros, leer un libro, navegar en Internet, visitar un lugar, etc. La diferencia entre la primera acepción y la segunda tiene que ver con la pregunta que nos hace la profesora, y la clave está en dos conceptos: “sistemático” y “materia”.
Sistemático se refiere a que la investigación científica sigue una serie de pasos lógicos para alcanzar su cometido de conocer un fenómeno, describirlo, explicarlo y predecirlo. “Materia” apunta a que la investigación científica es parte de una “disciplina”, un cuerpo de conocimientos, métodos y formas de comunicación (como diría Howard Gardner), y esto a su vez se relaciona con su sistematicidad. Es decir, existen sistemas de conocimientos, que parten de observaciones, experimentaciones y otras formas de conocer los fenómenos de manera metódica, que van más allá de las simples observaciones de hechos. Es decir, construyen conceptos y modelos (relaciones entre conceptos), o lo que es lo mismo, “teoría”. Este tipo de investigación, si es que nos movemos en este ámbito, requiere de la aplicación de un método científico.
Otro tema que me surge es el de las formas de conocimiento. Hay muchas maneras de conocer el mundo, y no todas son científicas. La religión, la espiritualidad, las artes, así como muchísimos sistemas “pseudocientíficos” son alternativas para conocer. Lo que es importante, y en eso tiene mucho que ver la noción misma de “epistemología”, es la validez que tienen esos conocimientos. ¿Validez para qué? Para operar efectivamente sobre los fenómenos, explicarlos y así generar modelos que puedan explicar a su vez otros fenómenos similares o distintos, generar hipótesis que puedan someterse a prueba, o llegar a predecir un fenómeno con cierto grado de certeza. Si aspiramos a este tipo de validez, pues el método científico es necesario.
Decía F.J. McGuigan, autor del libro “Psicología Experimental”, ya un clásico en esta disciplina, que la ciencia estudia problemas solubles. Esto quiere decir que la ciencia es una forma de conocer (porque también hay problemas insolubles, y para estos otros existen otras tantas formas de abordarlos), y que parte de ciertos supuestos. Por ejemplo, que hay un mundo material, que puede ser conocido, y que existen ciertos patrones o regularidades en la naturaleza que son también susceptibles de ser descubiertas.
ResponderEliminarUna de las lecturas que más me gustan acerca de la naturaleza de la ciencia es el ensayo, que hoy podríamos considerar con toda justicia como un clásico, “La Ciencia, su Método y su Filosofía”, de Mario Bunge, que data de los años 70, pero se ha reimpreso en incontables oportunidades por diferentes casas editoriales. Aquí, Bunge plantea cuáles son las características de la ciencia. Entre ellas, afirma que la ciencia es “auto-corregible”. La ciencia, a diferencia de los dogmas, es transparente. Sigue un método que puede ser utilizado por otros investigadores, quienes pueden replicar (reproducir) los fenómenos, o cuestionar sus resultados e interpretaciones. Quien investiga sin seguir un método sistemático, o sin documentar apropiadamente sus procedimientos, sin recurrir a las teorías previas o ignorando los conceptos y formas de análisis que utiliza la ciencia, sin duda está investigando, pero no puede llegar a conclusiones válidas. A este respecto, son oportunas las palabras con las que finaliza Bunge su libro: “Quienes lo ignoran [el método científico] íntegramente no pueden llamarse modernos; y quienes lo desdeñan se exponen a no ser veraces ni eficaces”.
Saludos cordiales,
Edgar Salgado
I parte:
ResponderEliminarEl método por etimología (del griego methodos) hace referencia a un camino por seguir para llegar a un fin. De ahí que, habrá tantos y cuantos caminos para llegar a una meta según sea la estructuración lógica que guarde el método elegido. Decía el filósofo pragmatista John Dewey que la lógica no es más que la posibilidad de desarrollar y emplear métodos inteligentes en las investigaciones, y que estas investigaciones guardan relación con la reconstrucción deliberada de la experiencia; en este sentido la lógica no hace más que reflejar y formular la principal tarea del pensamiento, que no es otra que hacer frente a los hechos reales, aumentando así nuestra libertad de acción. Quizás una de las principales referencias que hace Dewey en su propuesta de “La lógica como teoría de la indagación” es su certera apreciación sobre la no ruptura entre el conocimiento común y el conocimiento científico, pues, lo que hay entre el primero y el segundo es una continuidad “genética y funcional” (aquí genético significa génesis) y cito puntualmente al autor quien asevera que: “En primer lugar la ciencia tiene su punto de partida necesario en los objetos cualitativos, en los procedimientos y en los instrumentos del mundo del sentido común, y del uso, de las fruiciones y sufrimientos concretos … se almacenan informaciones sobre las cosas, sus propiedades y sus comportamientos, independientemente de toda aplicación inmediata particular” (Dewey, 1964, p. 71)
Si ambos conocimientos son hermanados por una lógica interna que posibilita una ubicación en el mundo, entonces, la historia del ser humano ha sido la historia de su experiencia acumulada, y de cómo esta experiencia se ha ido haciendo operativa, según sean las necesidades y grados de complejidad en que se articulan las expectativas de los grupos sociales. Se quiere significar con esto a modo de ejemplo: la domesticación del caballo para transportarse de un sitio a otro, tiene su continuidad en la construcción de máquinas que maximizan lo que el caballo hace, por ende, dentro de todo medio de transporte prevalece esta primera idea, por ello seguimos aludiendo, en su progresión en el tiempo, a los “caballos de fuerza” que posee un motor.
Parte II
ResponderEliminarCuando se obvia esta continuidad lógica entre un conocimiento y otro, se tiende a absolutizar ciertas propuestas que buscan ubicarse como única forma de conocer la realidad y sus fenómenos. En el caso que no ocupa, si se pretende absolutizar el método científico, que no es otra cosa más que una construcción conceptual con una lógica interpretativa propia, y por cierto, no la única que puede construir criterios de verdad, entonces, se estaría privilegiando una manera de hacer las cosas en detrimento de otras, y lo que sería más lamentable en su descalificación.
En esta tesitura, y haciendo eco de lo que mencionaba el compañero Edgar, cuando hace referencia a Bunge, lúcido físico y filósofo argentino, quien decía con acentuada pertinencia que:
…lo que hoy se llama "método científico" no es ya una lista de recetas para dar con las respuestas correctas a las preguntas científicas, sino el conjunto de procedimientos por los cuales: a) se plantean los problemas científicos y, b) se ponen a prueba las hipótesis científicas. El estudio del método científico es, en una palabra, la teoría de la investigación. Esta teoría es descriptiva en la medida en que descubre pautas en la investigación científica (y aquí interviene la historia de la ciencia, como proveedora de ejemplos). La metodología es normativa en la medida en que muestra cuáles son las reglas de procedimiento que pueden aumentar la probabilidad de que el trabajo sea fecundo. Pero las reglas discernibles en la práctica científica exitosa son perfectibles, no son cánones intocables… (Bunge, 1997, p. 33 – 34)
De acuerdo con Bunge, aunque el método científico no es infalible (nada lo es), no obstante esto, no es desdeñable el acervo de prácticas exitosas que por intermedio de éste se han conseguido con su aplicación. La no existencia de leyes que nos aseguren con certeza estar libres de error, no es más que un recordatorio sobre la imposibilidad de verdades absolutas.
Al respecto de si podría investigarse sin seguir al proceso del método científico, mi respuesta es que sí, porque el método científico no es más que una denominación que se le otorga a una lógica procedimental, y todo método guarda una lógica procedimental. Que el denominado “método científico” ordene en su lógica determinados pasos para lograr la reproducción más certera posible de lo experimentado, del hecho de que se logre esa reproducción con un rango de éxito deseable, no se infiere necesariamente que haya infalibilidad en sus procedimientos, ni que sea sinónimo de toda investigación posible, ya se ha explicado esto.
Ahora bien, habrá ventajas o desventajas si se prescinde del “método científico” A esto respondería que es relativo, por cuanto el método de la ciencia busca determinar y establecer certezas comprobables cuantas veces se lleve a cabo un experimento, pero hay fenómenos que no son mensurables ni constatables en laboratorios, por ejemplo, ¿Qué tan medible es el proceso creativo de la poesía? ¿La vivencia de la libertad? etc. ¿Es necesario el método científico? Si, pero también lo son los otros métodos que arrojan luz sobre lo que la vida del ser humano es en su integralidad.
REFERENCIAS:
Bunge, Mario (1997). La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Sudamericana.
Dewey, J. (1964). La reconstrucción de la filosofía. Buenos Aires: Aguilar.
Un cordial saludo a todos y todas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSentido común y ciencia I Parte
ResponderEliminarLos problemas cotidianos generan en el ser humano una serie de preguntas semejantes y de interés para diferentes grupos. Los problemas y las preguntas que se presentan de forma repetitiva entre unos grupos y otros requieren soluciones que puedan ser generalizables a diferentes contextos. Para ello funcionan los pasos rigurosos que permiten las ciencias tradicionales, con medidas observables y cuantificables de las diferentes variables o categorías de estudio, y sobre todo, medidas que se pueden volver a tomar y a comparar para llegar a conclusiones y soluciones funcionales.
Sin embargo, mientras buscamos dar respuestas generales y aplicables a todos, no podemos ignorar que cada ser humano tiene características muy particulares determinadas por su herencia genética, su contexto, su historia, su cultura, y las particularidades del día a día. La realidad que percibe una persona en una habitación puede ser muy diferente a la que percibe aquel que se encuentra al lado. Tal es el caso, por ejemplo, de la percepción de los sabores: hay quienes dicen que las lentejas son muy ricas, hay quienes piensan que saben a tierra, y los nutricionistas dicen que la percepción de los sabores depende del número de papilas que se tenga en la lengua y que ningún ser humano tiene un número igual de papilas que el otro.
De esta manera, el método científico tiene sus alcances (podemos contar el número de papilas), pero quizás tiene más limitaciones de las que deseamos (no podemos asegurar a qué le saben los chocolates a las personas que nos rodean).
El reconocimiento de las limitaciones de los métodos aplicados para dar explicación a un fenómeno determinado, es clave para dar respuesta a la pregunta de este foro.
Sentido común y ciencia II Parte
ResponderEliminarEs posible que cierto diseño metodológico funcione para dar algunas explicaciones, sin embargo, podría funcionar más “el sentido común” en ciertas situaciones particulares: Si con el método científico los nutricionistas señalan la cantidad y el tipo de alimentos que debe comer un niño de cuatro años, el niño en realidad selecciona lo que le parece agradable y seguro comer, y las madres requieren generar ideas creativas para hacerlos comer lo que ellas quisieran. ¿Sobreviven los niños sin el método científico?, ¿la creatividad de las madres o sus descubrimientos por ensayo y error son parte del método en cuestión? Ciertamente, sin los descubrimientos de la nutrición disponibles para las madres las expectativas de vida de los seres humanos no hubieran aumentado en los últimos años.
La experiencia acumulada por cada ser humano en su historia, en su cultura, y aun en sus genes, es una muestra incuestionable del conocimiento que esencial para la supervivencia y necesario para el desarrollo. Lo que aporta el método científico es la posibilidad de registrar las experiencias de tal manera, que el desarrollo de las personas se realice de forma grupal acelerando los procesos de evolución del género humano.
En conclusión, el conocer los fenómenos es una actividad cotidiana característica de las personas—preguntar, medir, comparar…—, facilita la supervivencia a partir de aprendizaje por experiencias previas; pero el método científico juega un papel muy importante para dar validez a las relaciones de causalidad que se establecen al dar explicación a dichos fenómenos. Sin esta forma estructurada de comprobación, las posibilidades de supervivencia y desarrollo se ven disminuidas, mientras que aquellos que tienen acceso a información científica y verificable ven aumentada—quizás duplicada—su esperanza de vida y sus posibilidades de desarrollo.
Referencias bibliográficas
Hernández, R.; Fernández, C. ; Baptista, P. (2010). Metodología de la investigación (5 Edic.). México McGraw Hill Interamericana
Mahann, K. y Stump, S. (2005). Nutrición y Dietoterapia de Krause. Estados Unidos: Mc Graw-Hill.
Papalia, D. (2005) Desarrollo Humano. (Novena Ed.). México: Mc Graw-Hill
Pregunta detonante:
ResponderEliminar¿En cuáles casos es vital aplicar el paradigma de investigación cualitativa? Hay que referirse al objeto, muestras, procesos, problema de investigación y demás…
El enfoque cualitativo (inductivo e interpretativo)… características generales clave:
• Es abierto y expansivo, evoluciona con el avance del estudio. Las variables no son controladas ni manipuladas.
• Los objetivos y las preguntas tienden a ser más generales, redactados en forma sencilla y comprensible.
• La hipótesis se elabora durante el proceso, conforme se recolectan los datos y se pueden modificar según los resultados (no se prueban con estadísticas).
• La exploración del contexto como punto de partida, considera la conveniencia y accesibilidad del estudio, ubicado en tiempo y espacio.
• Se fundamenta en la experiencia y el instinto. Por ello, la revisión literaria nutre el estudio con ideas claves y/o métodos de recolección y análisis de datos. Además, sirve como referencia para comparar resultados.
• Se aplica a grupos pequeños, para extraer de los participantes en su ambiente natural, el fenómeno a lo largo del proceso en todas sus dimensiones.
• Implica la inmersión directa del investigador con los sujetos participantes para recabar todo tipo de datos contextuales y establecer vínculos.
Referencia
Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, M. (2011). Metodología de la investigación (5ª edición). Distrito Federal, México: McGraw-Hill.
Por otra parte, es vital utilizar el paradigma de investigación cualitativa en casos como el siguiente, cuando en el abordaje del estudio a implementarse…
ResponderEliminar…el objeto de estudio implique la interpretación de un fenómeno para solucionar problemas y/o necesidades de un grupo determinado y se incluya la inmersión directa de todos en el desarrollo investigativo. Y dicha investigación se devengue a estudiar un grupo pequeño de participantes, al querer profundizar en la descripción de la problemática. La muestra dirigida es una de las más utilizadas. Asimismo, converja lo holístico y la intuición del investigador, tanto para el encauce del problema, como para originar su planteamiento y objetivos y confluya ejecutar un proceso metodológico dinámico, activo y muy participante. Postura que le permitirá al investigador adentrarse en el contexto de aplicación y la realidad que atañe a la población que estudia en su ambiente natural. En consecuencia, el marco teórico a emplearse no sea tan amplio, lo que supone una revisión de la literatura no tan sustancial.
Además, que debido a su versatilidad, no se sigan reglas estrictas en cuanto al procedimiento, lo cual indica que si el investigador necesita regresarse al inicio de sus planteamientos, pueda hacerlo, al no quedar las variables totalmente definidas operacionalmente ni tampoco éstas sean susceptibles de medición, o en su defecto no se ofrezca prueba de hipótesis o teorías. En este último aspecto, resultaría un generador de las mismas. Al no pretender generalizar resultados, la muestra involucrada no es representativa en términos estadísticos y sus materiales u objetos para recolectar la información sean muy variados e indispensables de llevar al campo de acción, tales como cámaras de video o fotográficas, grabadoras y otros dispositivos multimedia.
Finalmente, esencialmente cualitativos, los tipos de estudio a elegir podrían ser etnográficos y estudio de casos en profundidad… y dentro de los métodos de recolección de datos a emplearse, algunos de ellos convendrían en la observación participante, las anotaciones o notas de campo, bitácoras o diarios de campo, entrevistas, biografías e historias de vida, documentos u registros de diversos tipos, grupos de enfoques (focus group), entre otros.
Referencia
Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, M. (2011). Metodología de la investigación (5ª edición). Distrito Federal, México: McGraw-Hill
Preguntas cualitativas según el contexto. I Parte
ResponderEliminarPor María Antonieta Campos
«Los investigadores cualitativos estudian las cosas en su medio natural, intentando darle sentido, o interpretar, el fenómeno en los términos que la gente les otorga» (Denzin y Lincoln, 2005; citados por Meo y Navarro, 2009, p.3). Desde esta postura, Meo y Navarro (2009) consideran que la investigación cualitativa se centra en el estudio de las prácticas y discursos de las personas dentro de una realidad social específica y dinámica. Estas prácticas y discursos se analizan bajo el concepto de que son parte de un proceso que se puede describir de forma continua o en etapas.
Así, la investigación cualitativa tiene como objetivo producir conocimiento social, describiendo de forma precisa un fenómeno, pero según la percepción de las personas que lo experimentan o son parte del fenómeno. La forma en la que se realice la descripción dependerá del enfoque desde el que se quiera dar la explicación; es decir, si se quiere explicar el fenómeno completo o una de las manifestaciones de este.
Camilo Plata (2007), por ejemplo, plantea que cuando se quieren estudiar las totalidades, el historiador que hace análisis cualitativos describe la historia universal, la historia local o la historia personal (a diferencia de historiador que analiza encuestas y correlaciones desde métodos cuantitativos), pero cuando el objetivo es describir las diferencias entre las manifestaciones del fenómeno se puede trabajar con el análisis de narraciones y la observación de las interacciones en las redes sociales, utilizando métodos de historia comparada (diferentes a los análisis de secuencias, cantidad o frecuencia de contenidos de los métodos cuantitativos). (Ver cuadro 1.)
Preguntas cualitativas según el contexto. I Parte
ResponderEliminarPor María Antonieta Campos
(El cuadro mucho no se puede ver en este formato pero está explicado en el texto)
...De esta manera, los problemas de las investigaciones cualitativas se centran en necesidades o situaciones locales particulares, y no en la descripción y explicación de las grandes tendencias.
Es por ello que el contexto es el que define el problema y la pregunta de una investigación cualitativa; es el mismo contexto el que indica una jerarquía de prioridades en sus propias necesidades y, con esto, la pertinencia de que sus interacciones sean explicadas de una u otra manera para poder satisfacer tales necesidades (Mora, 2009). El objetivo primordial, no es generalizar, sino profundizar en un fenómeno particular para darle una explicación integral.
Como las preguntas de investigación se centran en la necesidad de un grupo particular, es el grupo o fenómeno el que define la pregunta a lo largo del proceso de investigación. Así, un investigador podría iniciar su proyecto con una pregunta similar a ¿cómo perciben los estudiantes de un colegio particular las acciones agresivas de sus compañeros en las redes sociales? y terminar con una pregunta diferente que implique la explicación de ¿cómo se protegen los estudiantes del bullying en las redes sociales? o ¿cómo se ven afectadas las interacciones de los estudiantes en el colegio después de sufrir eventos de agresión en sus interacciones virtuales?
Así, las preguntas cualitativas siempre solicitarán una descripción que permita explicar un fenómeno de forma global o en la interacción de sus elementos, y como su objetivo en comprender la experiencia de los sujetos que lo experimentan, son estos mismos sujetos, quienes en un proceso de interacción con el investigador, irán definiendo la pertinencia de abordar el fenómeno desde un enfoque particular.
Referencias:
Mora, M. (2009). Instrumento para evaluación de estudios producto de investigación cualitativa. (Spanish). Revista Colombiana De Psiquiatria, 38(2), 358-366. Recuperado de Academic Search, 2 de noviembre de 2012.
Meo, A., y Navarro, A. (2009). Enseñando a hacer entrevistas en investigación cualitativa: entre el oficio, la profesión y el arte. (Spanish). EMPIRIA: Revista De Metodología De Ciencias Sociales, 17123-140. Recuperado de Academic Search, 2 de noviembre de 2012.
Camilo Plata Caviedes, J. (2007). Investigación cualitativa y cuantitativa: una revisión del qué y el cómo para acumular conocimiento sobre lo social. (Spanish). Universitas Humanistica, (64), 215-226. Recuperado de Academic Search, 2 de noviembre de 2012.
Estimada profesora y compañeros(as):
ResponderEliminarPara empezar, es importante tener en cuenta que los enfoques cualitativos en investigación son bastante heterogéneos, e incluyen diversas técnicas, desde la etnografía, la observación participante, el análisis de documentos y productos culturales (artes plásticas, literatura, arquitectura, cine), hasta los estudios feministas, marxistas y hermenéuticos (Denzin y Lincoln, 2005). Son menos estructurados, no dependen tanto de una teoría en particular, y de alguna manera, “lanzan” al investigador hacia el fenómeno, para “sumergirse” en él, interpretarlo y comprenderlo. Así, Denzin y Lincoln (2005) definen la investigación cualitativa de la siguiente forma:
La investigación cualitativa es una actividad situada que ubica al observador en el mundo. Consiste de un conjunto de prácticas interpretativas y materiales que hacen al mundo visible. Estas prácticas transforman el mundo. Convierten al mundo en un conjunto de representaciones, incluyendo notas de campo, entrevistas, conversaciones, fotografías, grabaciones y apuntes a sí mismo. En este nivel, la investigación cualitativa implica una aproximación interpretativa y naturalista del mundo. Esto significa que los investigadores cualitativos estudian las cosas en sus ambientes naturales, intentando dar sentido, o interpretar los fenómenos en términos de los significados que las personas les dan (p.4).
Ahora bien, para responder a la pregunta generadora de esta discusión, yo diría que la decisión de recolectar datos cualitativos depende, en principio, del problema de investigación que nos planteamos. Así, preguntas como (por poner algunos ejemplos de mi área de investigación sobre educación virtual): ¿Cuál es la experiencia social y de aprendizaje de los estudiantes que matriculan cursos virtuales? ¿Cómo organizan su tiempo en el ámbito familiar los estudiantes adultos con hijos que acceden a programas de formación a distancia? ¿Qué tipo de identidad grupal se establece en comunidades virtuales de aprendizaje de profesionales?, son propicias para elegir una metodología que incluya un método cualitativo.
Otros factores que se deben considerar son: si el fenómeno (objeto de estudio) que vamos a estudiar ya ha sido analizado previamente, si existe teoría, y si lo que nos interesa es profundizar en las experiencias, significados y percepciones subjetivas de un grupo. Ahora bien, no es que con un enfoque cuantitativo no se puedan abordar este tipo de fenómenos. Sin embargo, el “paradigma cualitativo” tiene algunas características particulares que pueden hacerlo más afín a cierto tipo de preguntas e intereses de los investigadores. Tal como señalan Hernández, Fernández y Baptista (2010):
El enfoque cualitativo se selecciona cuando se busca comprender la perspectiva de los participantes (individuos o grupos pequeños de personas a los que se investigará) acerca de los fenómenos que los rodean, profundizar en sus experiencias, perspectivas, opiniones y significados, es decir, la forma en que los participantes perciben subjetivamente su realidad. También es recomendable seleccionar el enfoque cualitativo cuando el tema del estudio ha sido poco explorado, o no se ha hecho investigación al respecto en algún grupo social específico (p.364).
Los objetivos y las preguntas de las investigaciones cualitativas suelen ser más abiertas y menos precisas o limitadas que las que conducen a investigaciones cuantitativas. Se refieren a aspectos como vivencias, experiencias y significados; interesa más conocer los fenómenos “desde adentro”, es decir, tal como los experimentan las personas, grupos o comunidades. Suelen, además, estudiar grupos menos numerosos que en las investigaciones de corte cuantitativo. La investigación cualitativa es “inductiva”. Esto significa que parte de casos particulares e intenta construir explicaciones (“teorías”) a partir de ellos, a diferencia del “paradigma cuantitativo”, el cual deriva hipótesis de teorías generales y las somete a prueba (método deductivo).
ResponderEliminarAsimismo, a diferencia de los estudios cuantitativos, que tienen entre sus metas generalizar los resultados a poblaciones más grandes, los cualitativos aspiran a conocer a profundidad, y no hacen tanto énfasis en las generalizaciones. Las investigaciones cualitativas aspiran a comprender los fenómenos, no teniendo así un ideal de “explicación” o “predicción” (o al menos en un sentido diferente), como lo tienen las investigaciones cuantitativas. En el “paradigma cualitativo”, existen técnicas para observar en el mismo contexto en que los fenómenos tienen lugar, como es el caso de la etnografía. En estudios sobre familias, por ejemplo, se observan las interacciones de los miembros de la familia en situaciones cotidianas. Si se investigan los valores en una escuela, se va al centro educativo y se observan las clases, los recreos, las interacciones entre los niños y entre estos y los docentes. En la tabla 12.1, página 365 del texto de Fernández, Hernández y Baptista (2010), se presenta una tabla que resume las principales características de los enfoques cuantitativo y cualitativo (véase el libro de texto).
Como en la investigación cualitativa interesa más profundizar, comprender e interpretar el fenómeno, explorarlo e ir generando “hipótesis de trabajo” conforme el investigador se va adentrando en el fenómeno, no hay hipótesis estadísticas, ni se derivan necesariamente de una teoría previa. Estas hipótesis van surgiendo a lo largo de la investigación, y son más bien generales, amplias y flexibles.
Aunado a lo anterior, la selección de los individuos que se estudiarán no tiene el carácter de una “muestra” en el mismo sentido que lo tiene en la investigación cuantitativa. La selección de participantes se da de una forma más intencional, ubicando casos que reúnan características de interés para el estudio, y los grupos tienden a ser más reducidos. Por ejemplo, en estudios de casos o grupos focales, pueden ser entre ocho o diez participantes. No se pretende generalizar estadísticamente a un grupo mayor o población (al menos no con un grado de probabilidad, como se hace en los estudios cuantitativos).
En términos del proceso de investigación, el enfoque cualitativo comparte elementos con el cuantitativo. Se inicia por el planteamiento de objetivos, formulación de preguntas, se pasa por la elección de un método, la recolección de los datos, etc. Sin embargo, una diferencia importante consiste en que en el enfoque cualitativo hay mayor grado de flexibilidad en cuanto a las preguntas y los métodos. Es un enfoque con mayor énfasis en el “proceso”, y permite que se puedan cambiar algunos de estos aspectos una vez iniciado el estudio. Desde mi perspectiva, el “paradigma cualitativo” es más “exploratorio” y no depende tanto de objetivos e hipótesis invariables. Inclusive el método mismo se puede ir modificando conforme va avanzando la investigación.
Este carácter más “abierto” o flexible del enfoque cualitativo puede ser objeto de críticas desde las posturas más tradicionales (positivistas, cuantitativas), ya que los principios de objetividad, confiabilidad, validez interna, validez externa y otros, estarían ausentes o adquirirían un significado diferente desde una aproximación cualitativa. Algunos consideran que la investigación cualitativa debe estar sujeta a estas mismas exigencias, y debe garantizar que sus estudios tienen validez para que tengan reconocimiento dentro de la comunidad científica. Lo que es importante es que los estudios cualitativos son una opción cuando se desea explorar a profundidad un fenómeno y comprender aspectos que serían difíciles de estudiar en el marco de un estudio meramente cuantitativo. Inclusive, como lo señalan Hernández, Fernández y Baptista (2010), es posible combinar ambos métodos (cuantitativo y cualitativo), en los llamados “métodos mixtos”.
ResponderEliminarEn la investigación cualitativa, como señalé anteriormente, se recurre a una diversidad de técnicas para, como apuntan Denzin y Lincoln (2005), “hacer el mundo visible”. Estos autores comparan al investigador cualitativo con una persona dedicada al bricolaje, un músico de jazz, un tejedor creativo. Los métodos no están dados de antemano. Se van aplicando conforme se va profundizando en el fenómeno, ajustándose a las necesidades y oportunidades que surgen de la interacción con las personas u objetos de estudio. Es por ello que se utiliza la “triangulación”, no de la misma forma que la “validación” en los estudios cuantitativos-positivistas, sino como una alternativa para agregar rigor, amplitud y profundidad.
Por lo tanto, las preguntas que sugieren la comprensión de un fenómeno social, desde la perspectiva de los individuos (denominada “emic”), nos llevan a seleccionar métodos de abordaje de orden cualitativo. Utilizaríamos para ello, y dependiendo de la naturaleza del fenómeno, múltiples técnicas, como grupos focales, entrevistas a profundidad, historias de vida, observaciones participantes o no participantes, análisis de documentos, ensayos, registros fotográficos, videos, análisis históricos, etc. Y esto no deja de lado instrumentos más “tradicionales”, como encuestas o cuestionarios estructurados, tal como lo indican Denzin y Lincoln (2005).
Para finalizar, reproduzco un fragmento del destacado profesor de investigación social y educativa de la “British Open University”, Martyn Hammersley (1992):
No estamos, entonces, ante una elección rígida entre palabras y números, o aún entre datos precisos e imprecisos; sino con un abanico que va desde datos más precisos a menos precisos. Además, nuestras decisiones acerca de qué nivel de precisión es el adecuado en relación con cualquier afirmación particular debería depender de la naturaleza de lo que estamos intentando describir, de la precisión probable de nuestras descripciones, de nuestros propósitos, y de los recursos que están a nuestro alcance; no de un compromiso ideológico con uno u otro paradigma metodológico (p.163).
¿Qué tanto se cumple lo que plantea Hammersley? ¿Realmente los investigadores seleccionan sus métodos a partir de su pregunta, o las preguntas que se hacen ya vienen teñidas por el paradigma al cual se adhieren? Los enfoques cualitativos son una “escuela” en sí mismos, y parten de supuestos ontológicos y epistemológicos muy particulares, y distintos de los que subyacen a la investigación cuantitativa-positivista tradicional. Este sería un punto de inicio muy interesante para el debate en la clase.
Referencias
Denzin, N.K., y Lincoln, Y.S. (2005). The discipline and practice of qualitative research. En N.K. Denzin y Y.S. Lincoln (Eds.), The Sage handbook of qualitative research (3a ed.) (pp.1-13). Thousand Oaks, CA, EE.UU.: Sage Publications.
Hammersley, M. (1992). What’s wrong with ethnography? London: Routledge.
Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, P. (2010). Metodología de la investigación (5ª ed.). México: McGraw-Hill.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCarlos Rojas Artavia
ResponderEliminarParte I
Reflexión sobre el paradigma cualitativo
El ser humano es un ser de relaciones y se construye a través de éstas reproduciendo su existencia en su hacer práctico material; y en ese camino de hacer y hacerse, no sólo construye objetos sino conceptos que le permiten interpretar el entorno que le es propio. Una de las producciones teórico cognitivas que le permiten hacer esa lectura del medio en que se desenvuelve es la ciencia. Mediante el quehacer científico hemos organizado el mundo y le hemos conferido un estatus de credibilidad de índole práctico funcional. Por ejemplo, la objetividad positivista como modalidad conformadora de sentido estatuye la exclusión de elementos subjetivos para la construcción del conocimiento. Ciertamente, ésta es una forma de organizar la multiplicidad fenoménica que nos interroga consuetudinariamente, pero no la única; esto es, que existen más formas de visionar lo que entendemos por realidad.
Ahora bien, ¿Será que la forma aséptica de concebir el conocimiento desde las instancias positivistas tiene el monopolio de la verdad? Pues no. El ser humano en su ámbito relacional valorativo y cognitivo no puede ser reducido a un simple dato empírico, y en esta dimensión, importantísima por lo demás, buscamos también dar cuenta de nosotros mismos; quizá no con la rigurosidad y certidumbre (aclaramos que como mera objetividad funcional) de la fórmula causa efecto, pero si con la intención metódica de conocernos más en aquello que por antonomasia nos define.
Para dar razones sobre sí mismo, este ser inquieto que somos, se da a la tarea de investigar, si se quiere, sus propias huellas, esas improntas que le susurran de forma huidiza algunas veces y de manera clara en otras. Los valores inciden en la investigación y forman parte de la realidad; la investigación misma es influida por los valores del contexto social y la cultura que les engendra. El conocimiento como construcción teórico conceptual, no es aséptico como se menciona supra, es un conocimiento que está imbricado a los significados propios nuestras interacciones, y esta dote propia de significados sólo cobra sentido en la cultura y en nuestro hacer cotidiano.
Carlos Rojas Artavia
ResponderEliminarParte II
Nuestro diario hacer es el reflejo de la realidad (o nuestra composición de la misma) en forma de conocimiento. Dicho conocimiento tiene su génesis en la interacción dialéctica del sujeto con el objeto (dualidad ineludible del conocer) y se expresa en principios, leyes, categorías, teorías, axiomas, razonamientos, ecuaciones; sin embargo, este hacer tiene, sin duda alguna, un condicionamiento sociocultural e histórico-práctico, ya que se relaciona con las exigencias objetivas de nuestras producciones vitales y del desarrollo social.
El amplio espectro teórico – práctico – cognoscitivo de la realidad es, por definición propia, un hacer mediado directa o indirectamente por los procesos valorativos. Nada nos es indiferente, y según sean los requerimientos así serán las propuestas para llenarlos. Pienso en John Dewey cuando argumentaba que no es el problema lo que hace pensar al ser humano, sino su acción pragmática para buscar la solución. Estamos interpenetrados, nada es excluyente per se, por ende, el sujeto cognoscente es también un sujeto sintiente, volitivo, necesitado. Somos una fórmula indisoluble de objetividad y subjetividad.
Todo lo que implique la inclaudicable tarea de preguntarse ocupa un meritorio escaño en el acontecer del ser humano. Ya nos habíamos adentrado en la investigación cuantitativa y todo lo que ella comporta como forma de construir conocimiento de forma rigurosa. No obstante, el ser humano en ese arduo trajinar de dar respuesta a todo aquello que le provoca asombro, también se ha dado a la tarea de adentrarse en lo que le caracteriza como un ser de contrastes en tanto ser problemático y problematizador. Sabedor de que en su naturaleza hay algo más que lo mensurable, y que hay aspectos propios de él que no pueden reducirse a fórmulas cuantificables y pretendidamente exactas, genera otra manera de decirse a sí mismo, de explicarse a sí mismo investigándose en su cotidianeidad. Merced a esa necesidad de dar cuenta de lo que se es y el contexto en que se es, el ser humano pergeña un paradigma teórico que le permita ahondar en aquello que lo define como tal en entornos particulares y compartidos. Ese paradigma teórico es el naturalista y el enfoque que le es más propio, el cualitativo.